Han transcurrido más de 50 años desde que a principios de los años 60 del pasado siglo se crearon los primeros mensajes electrónicos. Estos primeros mensajes de texto eran inicialmente información compartida entre usuarios del mismo computador. Posteriormente se idearon sistemas de comunicación que permitieron comunicar mensajes provenientes de aplicaciones de mensajería incompatibles entre sí. Fue a principios de los 70 cuando se envió el que se considera primer email, entre distintos equipos conectados a la antigua red ARPANET, cuya base tecnológica daría paso con el tiempo a Internet.
La estructura de los propios mensajes también evolucionó, desde las primera especificación estándar que básicamente establecían la estructura de información que permite identificar al autor, receptores y asunto del mensajes pero que limitaban el contenido del mensaje como texto plano, hasta los estándares MIME, que posibilitan la utilización de diferentes juegos de caracteres y otros contenidos más elaborados.
La aparición de Internet en los 90 abrió la puerta a un nuevo modo de comunicación en masa que transformaría las vidas de millones de personas. El email había sido hasta entonces una herramienta sólo disponible para estudiantes y personal universitario o empleados de ciertas corporaciones. La introducción del correo personal libre y gratuito transformó los mecanismos del marketing directo. En 2014 había casi 4.100 millones de cuentas activas, y se estima que esta cifra aumente hasta los 5.600 millones a finales de la década.
Evitar el spam
Una de las consecuencias del envío de correo masivo fue la aparición del «spamming» o correo basura, mensajes no deseados, normalmente de origen publicitario, que utilizan el correo electrónico como una de sus principales vías de distribución. De hecho, en 1978 se envió el primer correo masivo a unos cientos de usuarios, aunque al promotor de la idea acabó siendo recordado más como el padre de los mensajes de «spam», que como el creador de la primera campaña de marketing por email.
El fenómeno del «spamming» llevó a la aparición de herramientas y filtros anti-spam y a la regulación de las comunicaciones electrónicas para evitar este correo electrónico no deseado. También a la necesidad de asegurar la reputación del remitente y modificar las estrategias de comunicación hacia sistemas personalizados.
Actualmente es posible generar automáticamente emails personalizados con atractivo contenido gráfico y elementos interactivos, aunque la diversidad de sistemas de correo existentes exigen mantener unas ciertas pautas en el diseño de los correos, que comentaremos en entradas posteriores del blog.
iberDok dispone de la capacidad de generar de manera masiva correos electrónicos personalizados con posibilidad de adjuntar documentos también personalizados.
De esta forma los correos electrónicos han evolucionado de herramientas de comunicación inter departamentales a uno de los canales de marketing más efectivos que existen actualmente.