El desarrollo tecnológico ha propiciado que las aplicaciones empresariales hayan alcanzado un grado de madurez muy elevado, resolviendo distintas necesidades de modo avanzado, flexible y efectivo.
En ese contexto, y dado la complejidad de los procesos de negocio actuales, es frecuente que cada organización disponga de un pool de aplicaciones extenso y variado, donde cada una de esas aplicaciones da soluciones a diferentes necesidades. Aplicaciones que por otra parte, pueden tener una base tecnológica completamente distinta desde todo punto de vista.
Es frecuente por otra parte que ciertas aplicaciones se vean en la necesidad de cumplir requerimientos que son resueltos de forma óptima por otras aplicaciones de las que ya dispone la organización.
Ante este tipo de necesidades, es evidente que la búsqueda de sinergias entre las distintas aplicaciones empresariales de la organización redundará en una forma óptima de dar cumplimiento a cada requerimiento, puesto que replicar por parte de una aplicación alguna funcionalidad ya cubierta de forma óptima por otra no es deseable, como es evidente.
En este escenario se antoja imprescindible que las aplicaciones ofrezcan interfaces accesibles a terceras aplicaciones. Es decir, las aplicaciones no sólo deben tener en cuenta a personas físicas como usuarios potenciales de las mismas, sino que deben ser capaces de dar soporte al hecho de que a menudo serán terceras aplicaciones las que interactúen con la misma.
En el caso concreto de la generación de documentos es frecuente que una aplicación especializada en cierto tipo de proceso complejo se vea en la necesidad de generar documentación relativa al negocio del que se ocupa.
Y a menudo, como resultado de procesos de negocio complejos, se debe generar documentación igualmente compleja, bien por las necesidades de imagen que debe cumplir o por la complejidad de los datos y las relaciones entre los mismos que deben plasmarse en dichos documentos.
En éste caso disponer de una solución de generación de documentos capaz de dar solución a estas problemáticas es indiscutiblemente importante. Pero para convertirse en una solución transversal para la organización debe además proveer interfaces accesibles a terceras aplicaciones, para que cualquiera pueda hacer uso de la misma.
Estas interfaces accesibles comprenden tanto la posibilidad de integrarse en la propia vista web, mediante redirecciones, como la existencia de una interfaz de servicios (REST, SOAP) que pueda ser invocada desde las terceras aplicaciones que necesiten hacer uso de la misma. Estos puntos requieren implícitamente la necesidad de poder adaptarse al sistema de seguridad que utilicen el resto de aplicaciones, que frecuentemente será algún tipo de Single Sign On corporativo u otros sistemas como OAuth o similares.
En el caso particular de los generadores de documentos, además de la integración con terceras aplicaciones como generador de documentación, la posibilidad de integración con gestores documentales es un punto a tener en cuenta, ya que posiblemente serán estos últimos los que deban tomar el control de los documentos generados. La existencia de estándares como CMIS para proporcionar una API homogénea y estandarizada entre distintos gestores documentales facilitará esta tarea, por lo que la posibilidad de integración con gestores documentales compatibles con el estándar CMIS debe ser otra característica crucial que debe cumplir cualquier generador de documentos.
IberDok, el generador inteligente de documentos, además de dar solución a estas necesidades en lo que la generación propiamente dicha se refiere, ofrece interfaces de servicios para que otras aplicaciones de la organización puedan acceder y utilizar su probada eficacia a la hora de generar documentos, siendo capaz de asumir el rol de solución transversal de generación de documentos, tanto directamente por parte del usuario final como de toda otra aplicación corporativa de la organización. Adicionalmente, posee la capacidad de poder integrarse con gestores documentales que cumplan el estándar CMIS.